El sol despuntaba a lo lejos, la familia Yakamoto era de las únicas que habían permanecido unidas luego de ocurrido aquel apocalipsis. En un poblado alejado de Tokyo, se habían refugiado en un sotano profundo. Los cinco miembros estaban asumiendo que en la superficie todo era destrucción, pero desafortunadamente en todo aquel tiempo no habían logrado escuchar en ninguna de las frecuencias que monitoreaban, alguna señal de vida. Las provisiones que conservaban para todos ellos y que se suponian debían al menos durar cinco años, estaban llegando a su fin.
Hishiro: - Si esperamos mas moriremos uno por uno aquí adentro
Akiro: - Pero aun no sabemos que esta pasando allá arriba, tengo mucho miedo, sabes que no podríamos resistir mucho tiempo sometido a la contaminación. Los chicos aun están pequeños.
Hishiro: - Vamos, yo también estoy preocupado por ellos pero debemos afrontar la realidad, entre mas tiempo esperemos todo será tarde, creo que debo salir primero, hacer una exploración y así tendremos una mejor perspectiva. Vamos amor, debes confiar en mi, y además tu bien sabes que tengo la razón. Es por el bien de todos nosotros.
Akiro: - Por que no enviamos a Suki. . .
Hishiro: - Pero es la mascota de Mishi, si algo le pasara ella no nos lo perdonaría
Akiro: - Ella es inteligente y podrá entender antes de arriesgar la vida de su padre es preferible la de la perrita.
Hishiro: - Bien hablemos con ella
Sin embargo, su hija de 8 años lo había escuchado todo.
Mishi: - No, no, mi perrita, no, ella es muy pequeña, no va a sobrevivir, no, ella no.
Salió corriendo a su habitación y se encerró.
Hishiro: - Te das cuenta? Esta resuelto mañana saldré bien temprano antes que el sol para explorar la superficie. Ire bien arropado con la indumentaria que encontré en el laboratorio para evitar los efectos de la contaminación nuclear.
Akiro: - Tengo mucho miedo, presiento algo malo.
Hishiro: - Tranquila, que nada me pasara.
En la habitación, el hermano mayor de Misha, estaba sorprendido por la aptitud de esta en no sacrificar la vida de la perrita maltes.
Yoshida: - Por que eres asi? Ellos son nuestros padres y nos aman, y suki es tan solo un animal. Deberias ser un poquito mas amorosa con quienes nos quieren y nos cuidan.
Misha: - Suki siempre me ha cuidado y me ha querido, no ellos.
Yoshida: - De que hablas? Suki es un animal, despierta. Yo no entiendo a mis padres consintiendo a una niña malcriada, yo de ellos ya te hubiera arrebatado a la perra esa y la lanzo a la superficie, es mejor que ella se muera a que no papà. Eres mala.
Muy enojado salió reventando la puerta de la habitación. Misha, sollozando buscaba a su perrita debajo de la cama y no la vio por ningún lado, de pronto escucho ladridos provenientes del cielo raso. En una esquina había una pequeña compuerta para subir a un espacio donde se podía revisar los cables eléctricos.
Ella se mostro sorprendida que de alguna forma Suki hubiera llegado a ese sitio. Busco una silla y logro alcanzar el pequeño mecate que permitía bajar la compuerta.
Luego acerco un mueble para poder utilizar como escalera y se percato que el lugar estaba oscuro pero si escuchaba los ladridos en el fondo de aquel espacio que se extendía aparentemente por toda su habitación. Bajo y luego de asegurarse una vela, con dificultad subió y solo podía estar de rodillas por lo reducido de la altura del lugar. Los ladridos provenían de un solo sector, así que se arrastro hacia allá.
- Suki, ven aquí perrita, ven Suki
De repente, la compuerta detrás de ella se cerró mientras una corriente de aire apago la vela dejando a la niña en completa oscuridad. Ella comenzó a sentir pánico mientras los ladridos de pronto cesaron y dio paso a una ronca voz.
- Hola Misha, como estas mi niña
Luego silencio total.
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Hishiro: - Si esperamos mas moriremos uno por uno aquí adentro
Akiro: - Pero aun no sabemos que esta pasando allá arriba, tengo mucho miedo, sabes que no podríamos resistir mucho tiempo sometido a la contaminación. Los chicos aun están pequeños.
Hishiro: - Vamos, yo también estoy preocupado por ellos pero debemos afrontar la realidad, entre mas tiempo esperemos todo será tarde, creo que debo salir primero, hacer una exploración y así tendremos una mejor perspectiva. Vamos amor, debes confiar en mi, y además tu bien sabes que tengo la razón. Es por el bien de todos nosotros.
Akiro: - Por que no enviamos a Suki. . .
Hishiro: - Pero es la mascota de Mishi, si algo le pasara ella no nos lo perdonaría
Akiro: - Ella es inteligente y podrá entender antes de arriesgar la vida de su padre es preferible la de la perrita.
Hishiro: - Bien hablemos con ella
Sin embargo, su hija de 8 años lo había escuchado todo.
Mishi: - No, no, mi perrita, no, ella es muy pequeña, no va a sobrevivir, no, ella no.
Salió corriendo a su habitación y se encerró.
Hishiro: - Te das cuenta? Esta resuelto mañana saldré bien temprano antes que el sol para explorar la superficie. Ire bien arropado con la indumentaria que encontré en el laboratorio para evitar los efectos de la contaminación nuclear.
Akiro: - Tengo mucho miedo, presiento algo malo.
Hishiro: - Tranquila, que nada me pasara.
En la habitación, el hermano mayor de Misha, estaba sorprendido por la aptitud de esta en no sacrificar la vida de la perrita maltes.
Yoshida: - Por que eres asi? Ellos son nuestros padres y nos aman, y suki es tan solo un animal. Deberias ser un poquito mas amorosa con quienes nos quieren y nos cuidan.
Misha: - Suki siempre me ha cuidado y me ha querido, no ellos.
Yoshida: - De que hablas? Suki es un animal, despierta. Yo no entiendo a mis padres consintiendo a una niña malcriada, yo de ellos ya te hubiera arrebatado a la perra esa y la lanzo a la superficie, es mejor que ella se muera a que no papà. Eres mala.
Muy enojado salió reventando la puerta de la habitación. Misha, sollozando buscaba a su perrita debajo de la cama y no la vio por ningún lado, de pronto escucho ladridos provenientes del cielo raso. En una esquina había una pequeña compuerta para subir a un espacio donde se podía revisar los cables eléctricos.
Ella se mostro sorprendida que de alguna forma Suki hubiera llegado a ese sitio. Busco una silla y logro alcanzar el pequeño mecate que permitía bajar la compuerta.
Luego acerco un mueble para poder utilizar como escalera y se percato que el lugar estaba oscuro pero si escuchaba los ladridos en el fondo de aquel espacio que se extendía aparentemente por toda su habitación. Bajo y luego de asegurarse una vela, con dificultad subió y solo podía estar de rodillas por lo reducido de la altura del lugar. Los ladridos provenían de un solo sector, así que se arrastro hacia allá.
- Suki, ven aquí perrita, ven Suki
De repente, la compuerta detrás de ella se cerró mientras una corriente de aire apago la vela dejando a la niña en completa oscuridad. Ella comenzó a sentir pánico mientras los ladridos de pronto cesaron y dio paso a una ronca voz.
- Hola Misha, como estas mi niña
Luego silencio total.
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