El sol brillaba como un gran disco amarillo colgado en el cielo, y sus rayos de luz le dieron directamente en la cara a Beth, lo mortificante del calor que sentía como si cien espinas le clavaran el rosto la hicieron reaccionar. Asustada completamente se reincorporo y constato que su hermana Linda dormía plácidamente a su lado.
Beth:- ¿Linda sigues aun dormida?
No obtuvo respuesta por lo que opto levantarse de la casa sin levantar a su hermana mayor, y camino hacia el corredor fuera de la habitación. Linda, no estaba dormida pero en sus ojos se veía el temor que prefirió no contestarle a su hermana. A medida que Beth, avanzaba por los cuartos pudo determinar que sus padres estaban durmiendo en su habitación al igual que sus tíos, por lo que se dirigió a la habitación de Katherine con cierto nerviosismo. Todo aquello que había ocurrido lo había sentido tan real pero ahora que ella estaba despierta lo estaba atribuyendo a una pesadilla, sin embargo, una sensación extraña le invadía el cuerpo. Abrió poco a poco la puerta y miro que su hermana menor estaba completamente dormida. Pudo respirar con mayor tranquilidad.
Katherine: -¿Beth, eres tu?
Beth: - Si, soy yo
Katherine se quito la raída sabana y se sentó en la cama, mirando fijamente a la hermana.
Katherine:- Te siento nerviosa ¿Pasa algo?
Beth:- No, nada, ¿Qué podría pasar?
De pronto los ojos azules de Katherine se tornaron completamente rojos, ante el estupor de su hermana.
Katherine: - No se, tal vez, lo de anoche no fue suficiente para ti.
Beth trato de retirarse de la habitación cuando la puerta fuertemente se cerro y ella no pudo abrir la perilla, se volteo a mirar a su hermana, y esta ya estaba levitando a un metro de la cama verticalmente, mientras una larga lengua le salía de su boca.
Beth: - Dios mío ¿Qué esta pasando aquí? – dijo horrorizada
Katherine: - hermanita creo que hoy te llego tu periodo
De pronto Beth, comenzó a sentirse muy mal, se agarro el vientre y busco movilizarse hacia el sanitario mientras las primeras hileras de sangre corrían entre sus piernas, ante las risas sarcásticas de Katherine. Beth comenzó a llorar desesperadamente mientras su ropa estaba empapándose de sangre y ella buscaba algún pedazo de tela para detener la hemorragia, sin percatarse que Katherine, en el aire se movilizaba a donde ella se encontraba.
Katherine: - Beethhh – con tono cariñoso
Beth: - Aléjate de mi – le grito mientras se arrinconaba
Katherine: - ¿Qué pasa? ¿Me temes? No tienes por que hermanita. A Linda no le molesto ayer jugar con mis amigos
Beth: - ¿De que hablas? ¿Qué le hicistes a Linda?
Katherine: - ¿No te conto ella? Bueno como somos hermanas te lo voy a decir. Anoche la muy perra se revolcó con unos amigos que vinieron a visitarme, por cierto yo tenia mis dudas que fuera virgen, pero mira que sorpresa si lo era - se rio a carcajadas
Beth: - No, no es cierto
Katherine: - Eso no me importa, realmente, no me interesa si me crees, lo que deberías de pensar es lo que tu hicistes anoche
Beth, no podía creer lo que estaba escuchando, quedo muda, esperando que Katherine, terminara la noticia
.
Katherine: - Bueno, veo que no te recuerdas hermanita – en el momento que ella comenzó a descender y tocar el suelo, y se aproximo a Beth, y le acaricio los cabellos ante el terror de ella.
Katherine: - ¿Sabias que siempre le habías gustado a mi tio Rod?
Beth: - Por favor no me hagas nada
Katherine: - Muy tarde cariño, ya te lo hicieron. Fue él, mi tío Rod, a penas pudo, enfrente de mi tía Margaret, te desvistió
Beth: - No
Katherine: - Ah si, te beso los pechos, el muy cochino, y luego te hizo el sexo oral, el muy cerdo no le importo que mi tía estuviera presente, y pues como todo hombre te lanzo sobre mi cama y mantuvo relaciones contigo
Beth: - No, mientes – le grito
De pronto Linda apareció agarrando por los hombros a Katherine, y lazándola hacia un lado y luego tomo de las manos a Beth, y la saco de la habitación.
Linda: - Corre, corre, debemos salir de aquí
Beth: - Nuestro papas Linda
Linda: - Ellos están muertos, todos ellos
Katherine: - LINDA ¿QUE HICISTES?- grito con una voz gruesa con la intensidad de un trueno
Linda: - Por favor Beth no te detenga y no vuelvas a ver hacia atrás
Llegaban a la entrada principal cuando la puerta se cerró con fuerza. Ambas mujeres gritaron.
Beth:-¿Ahora que hacemos?
El rostro de Linda mostraba preocupación y miedo, mientras Katherine, no daba muestra de su presencia por ningún lado. Ellas volvían a mirar a todos lados y en eso se oyó una risa que helaba la sangre.
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