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CAP. I ESPEJISMO

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CAP. I ESPEJISMO

 La chica sentía muy pesado el paso que iba dando en aquel agreste lugar, bajo un sol incandescente, y sin darse cuenta iba rezagada del grupo. El sudor que le corría por la cara era muy copioso, casi no miraba nada delante de ella. La garganta la llevaba muy seca, que no tenia saliva ni siquiera para lubricarla. El dolor de cabeza le había iniciado desde dos horas atrás. La quemadura de su piel ocasionada por tantos días de caminar, habían convertido en manchas oscuras en donde antes su rosada tez pintaba a una linda joven universitaria, que había perdido a su familia, y quien había sido adoptada por unos nómadas, quienes habían escuchado sobre una villa a unas millas al norte.

Sus ojos azules se habían opacado. Su camisa eran tiras nada más y su jeans se asemejaban a una prenda moderna por los diversos huecos distribuidos en diversas áreas. 

Lo que había quedado de unos tenis, ya eran unas sandalias amarradas por cordones para sostener las suelas a sus pies. Su ánimo de llegar a una civilización se estaba desvaneciendo, y la falta de agua minutos antes hizo que sus piernas pesaran más de lo normal.
Al observar que el sol era insoportable, se quito la camisa sin importarle dejar sus pechos al desnudo, era lo menos que le interesaba, lo que realmente ella deseaba, era sobrevivir.

El jefe del grupo de aquellas 9 personas, ya había advertido que el miembro que se retrasaba quedaba completamente solo, y que nadie volvería y eso lo sabía ella. Así, que cuando ella ya no pudo mas, se detuvo y se sentó sobre una piedra, y viendo hacia el horizonte, donde sabía que nadie regresaría por ella.


  Comenzó a gemir, enojada por su suerte, gritaba contra Dios. Había sequedad en sus lagrimales que le impedía llorar. Desde su interior sentía rabia por su suerte. Comenzó a arrancarse a pedazos, la piel de los brazos, lacerándose, sin sentir dolor alguno; la ira le impedía sentir dolor, seguía provocándose heridas, mientras se mordía los labios, mientras hilos de sangre brotaban por cada abertura. El calor de los pies, le obligaron a quitarse con fuerza el calzado sin desatar los cordones, cortándose las palmas de las manos. Sólo sabía que no deseaba morir, y así se decía asimismo, que no quería morir. Se bajo el pantalón y se lo coloco sobre la cabeza. El hedor de su cuerpo originado por muchos días sin tomar una ducha, ni el uso de desodorante, una menstruación y el uso de la misma ropa interior, así como sus necesidad fisiológicas como orinar y defecar, sin utilizar papel higiénico ni poder lavarse las manos. Había tocado fondo. Y así seguía caminando.




Al llegar a lo más frondoso del bosque, encontró unas ruinas, de lo que antes fue una plaza, en una despoblada y destruida ciudad, oyó ruido detrás de ella. Se detuvo, giró a ver hacia atrás, y sin determinar más que el sonido del aire, de repente, un aire frio proveniente de la nada, le erizo la piel, y sintió temor, por alguna razón, comenzó a apresurar el paso, mientras se secaba el sudor que le empapaba la cara. Hacia su derecha pensó haber visto un movimiento de algo que flotaba, es lo que al menos creyó percibir, luego que risas ahogadas a lo lejos llegaron a sus oídos. Ella, sabía que algo extraño estaba ocurriendo pero no deseaba quedarse a descubrirlo. Levanto la mirada y no se había fijado que el sol brillante que antes, estaba brindándole una claridad, se había esfumado y se oscureció repentinamente al grado que no pudo ver mas allá de un metro de distancia, haciéndose cada vez más y más difícil continuar su camino. Las risas cada vez más se aproximaban y ella percibió un aroma pestilente que le provocaron nauseas. Se sostuvo el estomago y comenzó a vomitar muy agresivamente, lo poco que había comido menos de tres horas fue lo que salió seguido de sangre. Ella se asusto mas y se sintió perturbada cuando algo paso detrás de sus nalgas acariciándola, inmediatamente se dio vuelta, luego sintió un rasguño en su brazo izquierdo, que la hizo voltear con dolor, y ella grito por ayuda y quiso avanzar cuando recibió un fuerte golpe en la cara que la derribo al suelo, mientras soltaba chorros de sangre tanto en boca como en nariz.



Ella, quiso levantarse cuando nuevamente fue derribada y luego sintió que la jalaban de las dos piernas mientras ella gritaba, no podía ver quien la sujetaba delante de ella. Al instante la voltearon y ella trato de aferrarse al concreto pero aquella fuerza volvió a jalarla, y al tratar de sujetarse, las uñas se les desprendieron y de pronto sintió un fuerte dolor  en sus piernas, cuando al momento la soltaron. Fue ahí al tratar de incorporarse que con horror, vio que sus dos piernas estaban cercenadas a la altura de ambas rodillas, lanzó un grito desgarrador, entrando en shock, mientras escuchaba aquellas risas enloquecidas que la rodeaban. Ella, se arrastraba  en el suelo para alejarse del lugar, bañada en su llanto, cuando con estupor miro hacia arriba y solo pudo observar un par de ojos amarillos que flotaban en el ambiente y desaparecieron mientras ella seguía pidiendo ayuda. Siguió arrastrándose, buscando refugio cuando sintió pisadas, cuyos sonidos se asemejaban a cascos de caballos dirigiéndose hacia ella mientras llorando buscaba continuar alejándose y de repente, de un solo tirón, su cintura fue desprendida del resto del cuerpo por unas garras que no pudo ver, el fuerte grito que lanzo, inundo todo el ambiente y poco a poco ella aun, por instinto de conservación, seguía arrastrándose mientras lloraba y pedía en sollozos por su madre "mami" "mami ayúdame" "no quiero morir", las risas continuaban y luego se escuchó por encima de ella, lo que parecía un objeto en descenso. Levanto con dificultad la mirada cuando sus ojos se tornaron totalmente blancos y la cara pálida como un papel, quedando todo el cuerpo deshidratado, seca como arena. Ya todo había acabado y se dio paso al silencio.

 
De un momento a otro la misma chica se despertó aterrorizada, se levanto de la piedra en que se había sentado, despertándose del horrible sueño que había experimentado, por lo que dejo de quitarse la piel, y asustada comenzó a caminar para alejarse de aquella zona con el corazón que le latía a mil. Ella observo muy cerca de ahí, a una persona que parecía parte del grupo y que al igual que ella iba rezagada, así que apresuro el paso para llegar hacia ella. Inmediatamente escucho las mismas risas que pensó había sido producto de su mente, en aquel extraño sueño, así que no quiso explorar y apresuro el paso muy atemorizada. Pero, por alguna razón, no llegaba donde aquella persona la cual parecía no moverse ni caminar ni correr, pero no la lograba alcanzar, se quito el sudor del rostro y miro que el sol se iba apagando y las risas se aproximaban. Creyó escuchar que desde lejos la llamaban, decían su nombre, eso la inquieto más y no quiso saber nada, solo llegar donde aquella persona, pero sus piernas le dolían a cada paso y la sangre de sus heridas, seguían bajando por brazos y piernas. La oscuridad había llegado mientras las enloquecidas risas se intensificaban. La curiosidad pudo más con ella, que al mirar hacia atrás, no observo nada pero inexplicablemente chocó inmediatamente con la espalda de la persona que la creía que aun estaba lejos, cayó pesadamente al suelo y le pidió disculpas. Aquel sujeto no le contesto seguía dándole la espalda, ella se levanto y le pregunto si era parte del grupo, entonces de repente aquella figura solo dio vuelta en su cintura, mientras increíblemente su piernas miraban en sentido contrario. Esto la dejo petrificada. El sujeto no tenía rostro y extendió sus brazos y la tomo por la cabeza, arrancándosela de un solo tajo, la sangre corría del cuello hacia el resto del cuerpo de la chica mientras ella caía al suelo. La oscuridad termino de envolver aquella macabra escena. A nadie le intereso, pues nadie regreso por ella.


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