Thomas, el técnico en jefe, estaba casi atontado a pesar de haber dormido una breve siesta de una hora, la cual parecía mas bien que había transcurrido un año. Se incorporo de la capsula, percatándose que la cubierta de cristal ya estaba abierta sin que tuviera que tocar el botón respectivo para abrir y salir de la capsula. Sus pies tocaron el suelo y sintió algo húmedo debajo de el, volvió a ver y miro que una franja de un liquido oscuro iba desde el salón de las recamaras hacia el pasillo. Aun tratando de despertar, se froto la cara y siguió aquel rastro.
Mientras iba por el pasillo, comenzó a llamar al resto de los tripulantes de la estación espacial. Mark, Carmen, Mathew, Li, Andropov, Olaf, Gerald, Katia, y todo fue silencio. Finalmente, aquello lo llevo al área de duchas. Claramente escuchaba que una voz femenina cantaba ahí dentro, así que se aventuro a entrar y de repente todo aquello se torno oscuro. Le solicito a la computadora de la nave que encendiera el aposento, la respuesta de la nave fue negativo. Volvió a repetir la orden y nuevamente la misma respuesta. El canto aun continuaba sin importar que todo estuviera sin luz. Sin embargo no podía reconocer el timbre de la voz de quien ejecutaba alegremente ese cantar.
Un frio en las manos le hizo frotárselas en busca de calor, mientras intentaba mirar delante de el. Así que pregunto quien estaba ahí dentro, el canto seguía pero esta vez lo que era una voz femenina comenzó a cambiar drásticamente a una voz cada vez más ronca, lo cual asusto a Thomas. Una sensación helada atravesó toda la espina dorsal que detuvo su andar. Un olor pestilente provino de aquella oscuridad, por lo que el retrocedió perturbado por lo que estaba pasando. El canto se detuvo y seguido una voz resquebrajada le llamo por su nombre, y Thomas pregunto asustado quien era. En lugar de una respuesta, sintió un fuerte corte en la espalda que lo hizo caer al suelo. El grito por el dolor lo hizo buscar con su mano izquierda detrás para conocer que había pasado, solo sintió un ardor y una húmedad, por lo que se llevo la mano a la nariz, y el olor de su sangre lo hizo retroceder mientras los ruidos de un par de cascos se aproximaban a el desde antes había provenido el canto.
Trato de levantarse pero algo se lo impedía, así que retrocedió sentado y ya no estaba asustado sino aterrorizado, cuando en lugar de un par de pasos, eran mas de cuatro pares que pesadamente estaban a menos de un par de metros de el, Thomas trato de gritar por ayuda pero se dio cuenta que no podía producir sonido alguno. Volvió a abrir la boca y de repente la misma se cerró abruptamente moliendo sus dientes y los huesos de sus quijadas se desboronaban y trataba de abrir la boca, porque todo se lo estaba tragando, asfixiándolo. Ya con sus ojos exorbitados delante de el logro ver un par de ojos alargados color amarillo que centellaban, y luego escucho aquella risa estridente, mientras la piel de su cara iban colgando ante la falta de huesos, y sus ojos se consumían dentro de sus orbitas, momentos en que hilos de sangre salían de sus orificios de la nariz y de las orejas. Thomas perdía la batalla mientras un par de manos detrás de su espalda se acercaban a sus hombros.
Carmen, la encargada de combustible, aun desnuda por el recién baño que se había dado, se asusto mucho cuando al agarrar de los hombros a Thomas en el suelo, este en un descontrol lanzo tremendo alarido y se desvaneció momento después. Carmen no podía entender como aquel hombre se había quedado mirándola mientas se bañaba sin contestar a sus preguntas, por lo que ella se molesto y al querer vestirse se perturbo a ver como Thomas hablaba solo y se tiro al suelo y se golpeaba la cara hasta que lo tomo de los hombros para calmarlo. Thomas fue llevado al centro medico por sus compañeros.
Mientras iba por el pasillo, comenzó a llamar al resto de los tripulantes de la estación espacial. Mark, Carmen, Mathew, Li, Andropov, Olaf, Gerald, Katia, y todo fue silencio. Finalmente, aquello lo llevo al área de duchas. Claramente escuchaba que una voz femenina cantaba ahí dentro, así que se aventuro a entrar y de repente todo aquello se torno oscuro. Le solicito a la computadora de la nave que encendiera el aposento, la respuesta de la nave fue negativo. Volvió a repetir la orden y nuevamente la misma respuesta. El canto aun continuaba sin importar que todo estuviera sin luz. Sin embargo no podía reconocer el timbre de la voz de quien ejecutaba alegremente ese cantar.
Un frio en las manos le hizo frotárselas en busca de calor, mientras intentaba mirar delante de el. Así que pregunto quien estaba ahí dentro, el canto seguía pero esta vez lo que era una voz femenina comenzó a cambiar drásticamente a una voz cada vez más ronca, lo cual asusto a Thomas. Una sensación helada atravesó toda la espina dorsal que detuvo su andar. Un olor pestilente provino de aquella oscuridad, por lo que el retrocedió perturbado por lo que estaba pasando. El canto se detuvo y seguido una voz resquebrajada le llamo por su nombre, y Thomas pregunto asustado quien era. En lugar de una respuesta, sintió un fuerte corte en la espalda que lo hizo caer al suelo. El grito por el dolor lo hizo buscar con su mano izquierda detrás para conocer que había pasado, solo sintió un ardor y una húmedad, por lo que se llevo la mano a la nariz, y el olor de su sangre lo hizo retroceder mientras los ruidos de un par de cascos se aproximaban a el desde antes había provenido el canto.
Trato de levantarse pero algo se lo impedía, así que retrocedió sentado y ya no estaba asustado sino aterrorizado, cuando en lugar de un par de pasos, eran mas de cuatro pares que pesadamente estaban a menos de un par de metros de el, Thomas trato de gritar por ayuda pero se dio cuenta que no podía producir sonido alguno. Volvió a abrir la boca y de repente la misma se cerró abruptamente moliendo sus dientes y los huesos de sus quijadas se desboronaban y trataba de abrir la boca, porque todo se lo estaba tragando, asfixiándolo. Ya con sus ojos exorbitados delante de el logro ver un par de ojos alargados color amarillo que centellaban, y luego escucho aquella risa estridente, mientras la piel de su cara iban colgando ante la falta de huesos, y sus ojos se consumían dentro de sus orbitas, momentos en que hilos de sangre salían de sus orificios de la nariz y de las orejas. Thomas perdía la batalla mientras un par de manos detrás de su espalda se acercaban a sus hombros.
Carmen, la encargada de combustible, aun desnuda por el recién baño que se había dado, se asusto mucho cuando al agarrar de los hombros a Thomas en el suelo, este en un descontrol lanzo tremendo alarido y se desvaneció momento después. Carmen no podía entender como aquel hombre se había quedado mirándola mientas se bañaba sin contestar a sus preguntas, por lo que ella se molesto y al querer vestirse se perturbo a ver como Thomas hablaba solo y se tiro al suelo y se golpeaba la cara hasta que lo tomo de los hombros para calmarlo. Thomas fue llevado al centro medico por sus compañeros.
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